Inicio Tinta Negra De la ficción a la acción por un parto feliz

De la ficción a la acción por un parto feliz

Cortesía: reddedoulasecuador.com
Cortesía: reddedoulasecuador.com

Por María Isabel Yánez Tatés* / @Doulamaisay

No es extraño que en la memoria colectiva de la mayoría de mujeres se mantenga la idea de que el parto es doloroso y traumático. Pero, ¿por qué sucede esto? Hagamos un breve recuento.

Desde pequeñitas estamos familiarizadas con imágenes que crean las telenovelas, el cine y otros programas de televisión, en cuyos guiones no pueden faltar las escenas dolorosas de  partos. Gritos desesperados, mujeres inundadas de sudor y lágrimas, mujeres que mueren y dejan huérfano a su bebé, mujeres que muerden, rasguñan y son violentas a causa de una labor de parto insoportable… Estas escenas  han inundado nuestro imaginario sobre el  parto y se han quedado en la memoria y en el corazón. Cuando estamos embarazadas y somos primerizas, lo que deseamos escuchar es la experiencia de otras mujeres con respecto al parto, la lactancia y la maternidad. La mayoría nos transmite mensajes negativos y de dolor, claro, sin la mínima intención de hacernos daño o asustarnos.

La sociedad también ha acuñado frases que se han convertido casi en  una verdad absoluta, como aquella: “¡parirás con dolor!”. Todas estas vivencias se han sembrado en nuestro fuero femenino.

Entonces, ¿cómo podemos guardar en nuestra mente información positiva del parto y nacimiento, si lo único  que hemos visto –probablemente- son partos ficticios, de estudio, que responden a un guion para llamar la atención y generar sintonía? ¿Cómo podemos conectarnos con la idea de un parto no doloroso, si generación tras generación se nos ha trasmitido esa idea negativa sobre el embarazo, el parto, la lactancia y la maternidad?

La capacidad de dar vida placenteramente y de conectarnos con nuestro cuerpo y con nuestro instinto, está guardada en nuestro subconsciente. Es una valiosa información que todas  almacenamos en nuestras células y que necesita un empujoncito para ser reactivada. Esa información genética trasmitida desde el inicio de la humanidad vive en nosotras.

El ensayista francés del siglo XVI Michel de la Montaigne afirmaba  que había pueblos enteros en donde se desconocía el dolor durante el parto. Así mismo el sacerdote español Bartolomé de la Casas, en sus crónicas, refería que el parto de las indígenas que había conocido en el Caribe se producía sin dolor.

Tal vez, en el camino hemos olvidado la forma de dar a luz sin dolor. Nuestra mente y nuestro útero recibieron información que de a poco condicionó el parto a un estado de sufrimiento. Según Frederick Leboyer, médico especialista en obstetricia y ginecología y escritor de algunos libros,  el miedo puede ser el principal causante de contracciones patológicas o calambres. El miedo puede ser el responsable de que las contracciones adecuadas, ‘buenas’, generadoras de placer al momento del parto y el alumbramiento, sean reemplazadas por dolor.

Teniendo en cuenta este gran descubrimiento, del que se habla con más detenimiento y detalle en el libro Pariremos con Placer, de Casilda Rodrigáñez Bustos, hoy quiero compartir contigo algunas medidas externas, para planificar con tiempo y garantizar un  ambiente adecuado para que tu  mente logre conectarse con su parte instintiva y  pueda fluir la gran posibilidad de tener un parto diferente, alegre, soñado y hasta, quizás, ¡orgásmico!

ficcion-acciona) Lee y entérate sobre las diferentes opciones de parto.

Recuerda que hay partos hospitalarios y alternativos. La opción que escojas es determinante ya que definirá el lugar donde nacerá tu bebé. Puede ser un hospital, una clínica y hasta en tu propia casa. Puedes escoger entre un parto seco o en agua, recuerda que la cesárea es una cirugía necesaria en casos excepcionales, esta no es una primera alternativa.

Lo ideal es que puedas elegir la opción de parto con la que te identifiques, con el personal médico con el que creas que te sentirás cómoda y el ambiente que se alinee a tu deseo como madre, respecto del nacimiento.

b) Infórmate y prepárate para ser mamá.

No toda la información que circula por la red es creíble, ni la que te dicen tus amigas o familiares. Debes  discriminar información y acudir a tu médico cuando tengas dudas y creas que no has podido contestarlas tú misma. Revisa información sobre el embarazo y el parto, sobre las recomendaciones de la OMS para un parto más seguro,  así como acerca de lactancia y post parto.

Busca cursos  prenatales con profesionales o personas certificadas. Existe una gran variedad de preparadoras prenatales y doulas que pueden informarte y ofrecerte una buena preparación.

c) Busca la compañía de una doula (Haz clic aquí).

La doulas certificadas se especializan en medidas de confort para el embarazo y parto. Además, pueden proveerte de buena información y compañía, no solo durante el embarazo (preparación prenatal integral) sino durante el parto (acompañamiento) y en el puerperio, asesorándote en temas de lactancia, cuidados del bebé, etc.

d) Crea tu ambiente.

El día del parto, cuenta con un espacio en el  que te sientas cómoda, de preferencia con baja luz. Evita las visitas que te distraigan y no aporten. Escucha música suave, respira y relájate. Busca un ambiente que eleve las hormonas del parto (oxcitocina y endorfinas).

Michel Odent, prestigioso ginecólogo francés, pionero en la promoción del parto fisiológico,  decía que hay que mamiferizar el parto:

“Para que un parto sea fácil, hay que redescubrir las necesidades básicas que compartimos con todos los mamíferos. Y todas las hembras, para segregar oxcitocina, esa hormona del amor que hasta hace poco se necesitaba liberar para poder dar a luz, necesitan sentirse seguras y que su nivel de adrenalina sea muy bajo. En la selva, si una hembra está a punto de dar a luz y se da cuenta de que tiene un depredador cerca, segregará adrenalina para poder defenderse, y retrasará el parto para cuando se sienta más segura. Los mamíferos necesitan sentirse seguros y no observados para dar a luz”.

Queridas mamis: es necesario que volvamos a la esencia de la vida  y confiemos en la sabiduría de nuestro cuerpo. Vayamos de la ficción a la acción por un parto feliz. Invoquemos a la vida desde nuestro instinto, desde el amor, desde la entrega y posibilidad de tener una experiencia diferente a la que nos acostumbraron a creer.

¡Tú sabes que toda esa sabiduría está en ti, atrévete a ir más allá!

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*María Isabel Yánez Tatés es comunicadora social y es la coordinadora nacional en Ecuador de la Red Mundial de Doulas. Es terapeuta en Desarrollo Humano y colabora con La Barra Espaciadora.

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