Por Juan Francisco Trujillo / @JuanfranT

Álvaro Uribe ejerció la presidencia entre 2002 y 2010 y abandonó la Casa de Nariño con un 70% de popularidad. El líder del Centro Democrático perfiló a Juan Manuel Santos como heredero político después de que fuera su Ministro de Defensa. Precisamente Santos y otros líderes conservadores, fieles del expresidente habían fundado el Partido de la U, o Partido Social de la Unidad Nacional, llamado a ser la panacea del uribismo.

Si bien nada hacia pensar que la relación de ambos líderes se resquebrajaría, el distanciamiento llegó paulatinamente. Uribe se ufanaba de haber dejado una “mesa servida” para Santos, que se resumía en los tres pilares de su mandato: la estrategia de «seguridad democrática», la política de cohesión social y el clima de confianza para la inversión. Lo que en argot uribista se llamó los «tres huevitos«.

De cualquier manera, la disputa empezó a gestarse desde el primer día del mandato de Santos, cuando en el estreno de su presidencia, tendió puentes con la oposición y nombró a varios ministros antiuribistas. Además, aprobó una ley de víctimas y la restitución de tierras, muy criticada por Uribe; además recompuso las relaciones con la Venezuela de Hugo Chávez. Esto, unido a los mensajes y enfrentamientos por Twitter, llevó a un enfriamiento acelerado de las relaciones entre ambos y a las conocidas acusaciones de traición con tintes mediáticos y algunas implicaciones políticas.

La segunda administración del presidente Santos estuvo marcada por el proceso de paz con las FARC, que se convirtió en prioridad del mandatario y eje de su herencia política a nivel imterno.

El legado de Santos

Pero, ¿qué deja la administración de Juan Manuel Santos a Colombia y a su sucesor, Iván Duque, que inicia su mandato?

En un hecho inédito, Colombia tendrá por primera vez a una mujer como vicepresidenta: Marta Lucía Ramírez. No obstante, en términos de igualdad de derechos, esto no significa mucho.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) julio de 2018 la tasa de desempleo se ubica en 9,1%, una reducción de 2,7 puntos porcentuales con relación a 2010.

El crecimiento económico en el país se desaceleró a 1,8% en 2017, mientras que registró un 2,2% en el primer trimestre del 2018. Se estima que la inversión extranjera directa fue de 10 100 millones de dólares en 2017, convirtiendo a Colombia en uno de los países más atractivos de la región para este rubro.

La pobreza, medida por el índice multidimensional, bajó de 30,4% en el 2010 a 17% en el 2017, con lo que 5,4 millones de colombianos han salido de esa condición. Por otro lado, la pobreza monetaria cayó a 26,9% el año pasado, frente al 40,3% en el 2009.

El salario mínimo es de 781 242 pesos (262 USD), el decimotercero más alto del continente. En el ultimo año de la administración de Uribe, el salario era de 515 000 pesos, Nominalmente, podemos decir que el salario aumentó en 266 000 pesos en los últimos 8 años. Pero factores como la inflación y la devaluación influyen en el poder adquisitivo de la moneda colombiana, que en 2009 se cambiaba a 1 900 pesos por cada dólar y hoy se sitúa en 2 899 pesos por cada dólar.

En cuanto al precio de materias primas, el café cotiza actualmente a 1,07 USD por libra y el petróleo a 69,20 USD por cada barril.

En lo político, Santos impulsó la eliminación de la reelección presidencial. El Congreso acogió la medida el 3 de junio de 2015 con 90 votos a favor y 10 en contra. Además, se aprobó una cláusula en la que se establece que esta figura se revivirá solo si hay referendo por iniciativa popular o una asamblea constituyente.

Colombia ha sido –junto con México, Perú y Chile– uno de los principales impulsores de la Alianza del Pacífico, el ambicioso bloque comercial que busca expandir su influencia en toda la región.

El mantenimiento de una política exterior clara permitió a la Colombia de Santos acceder a la eliminación de la visa Schengen para periodos de permanencia en Europa de no más de 3 meses y la ampliación del visado de turismo a Estados Unidos de 5 a 10 años. Además, actualmente, sus ciudadanos pueden acceder sin visa a 69 países.

Tras cuatro años de negociación y la aprobación de los puntos de la agenda pactada en 2012, el Congreso colombiano aprobó el 30 de noviembre de 2016 el nuevo acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP). Sn embargo, no se terminaron las negociaciones para el cese al fuego con la Guerrilla del ELN. El presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, ha ofrecido a Duque que Quito vuelva a ser sede de futuros diálogos.