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World Press Photo y las miradas del mundo

Luego de seis años de ausencia, llega a Ecuador la muestra de fotoperiodismo World Press Photo, una de las exhibiciones más prestigiosas que recoge cientos de trabajos realizados durante el año pasado por fotorreporteros de todo el planeta. Las imágenes participan en las categorías Asuntos contemporáneos, Medio ambiente, Noticias generales, Proyectos a largo plazo, Naturaleza, personas, Deportes y Noticias puntuales. El ganador de esta edición fue el venezolano Ronaldo Schemidt.

José Víctor Salazar Balza (28) se encendió en fuego durante una protesta en Caracas mientras se manifestaba en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Foto: Ronaldo Schemidt (AFP). Cortesía WWP.

Por Diego Cazar Baquero / @diegocazarbaquero

Víctor comenzó a arder como una bola de fuego. La bola de fuego corría y el fotógrafo venezolano de AFP Ronaldo Schemidt la vio correr. Disparó su cámara en ráfaga y en cuestión de segundos pudo comprobar que esa bola incandescente era un hombre que corría, un hombre que se quemaba, un hombre encendido en una calle de Caracas, luego de que el tanque de una motocicleta le estallara, en medio de las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.

Durante cuatro meses de protestas, las fuerzas represoras del gobierno se cobraron la vida de alrededor de 200 personas. El objetivo de los manifestantes era tumbar a Maduro, pero no se cumplió. Más de un año después de la masacre, los organismos locales e internacionales no se ponen de acuerdo: unos dicen que un millón y medio de venezolanos han dejado su país. Otros dicen que son tres millones los que se han ido. Lo cierto es que Maduro sigue encaramado en el poder mientras cientos de miles de venezolanos protagonizan hoy el mayor movimiento migratorio de la historia del continente americano.

Una de las fotografías que Ronaldo captó cuando Víctor se encendió en llamas fue la ganadora del World Press Photo en su edición 2018. Fue elegida de entre 70 000 que entraron en concurso, provenientes de 100 ciudades en 45 países.

Noticias, conflictos sociales, impacto ambiental, retratos y deportes son algunos de los temas que muestra la selección de 137 imágenes que ahora recorre varias ciudades del planeta, entre ellas Quito y Guayaquil. 

La muestra World Press Photo 2018 se exhibe en la sala V del Centro Cultural Metropolitano (calles García Moreno y Benalcázar), en Quito. De lunes a sábado abre de 09:00 a 17:30. El domingo es de 10:00 a 16:00. En septiembre, la exposición se trasladará a Guayaquil.

Sanne Schim Van der Loeff, curadora del World Press Photo 2018, cree que la muestra actual se caracteriza por dos cosas, fundamentalmente: primero, porque exhibe una representación global, muy amplia del mundo; y segundo, porque el tratamiento de temas sobre naturaleza tiene un enfoque más profundo que en ediciones anteriores, pues esta vez apunta el lente hacia los impactos que el ser humano provoca en la salud de su entorno medioambiental.

Sobre la base de estos dos enfoques, Sanne cree que el propósito de esta edición del World Press Photo es mostrar la inmensa capacidad de contar historias en imágenes desde perspectivas disímiles y sobre realidades aparentemente muy distantes entre sí, como aquella que protagonizan los jugadores y las jugadoras de fútbol colombianos que, cuando no juegan, combaten entre ellos con armas. O la de Stephen Paddock, el asesino que abrió fuego en contra de una multitud en Las Vegas, Nevada, EEUU, y mató a 58 personas.

En un experimento, el artista Josh Begley juntó todas las portadas del New York Times desde 1852 en un solo video y demostró cómo el periodismo recurre progresivamente más a las imágenes que a los textos, sin deshacerse de estos, sino procurando equilibrio justo con ellos. Sanne recuerda este trabajo de Begley y amplía la reflexión: “Yo creo que durante los últimos veinte años, el modo de ser fotógrafo está cambiando”, dice.

Las nuevas tecnologías digitales como herramientas para el oficio están forzándonos a comprender la fotografía como un acto distinto. Y la curadora del World Press Photo lo sabe. En el último Digital Storytelling Contest convocado por la organización, por ejemplo, se pretende abordar la creciente importancia de contar historias a través de las imágenes digitales. “Un periodismo visual” inserto en los procesos de transformación en el entorno digital. “Pensamos en sitios interactivos, presentaciones en realidad virtual, cortometrajes –especifica Sanne–, noticias que se cuentan en distintos tipos de medios”. Es decir, no solamente se trata del predominio de la fotografía sino, en general, de los recursos visuales dispuestos para contar mejor una historia de no ficción. Y hacia eso camina la muestra World Press Photo en sus futuras ediciones.

La selección que se exhibe itinerantemente en la gira 2018 cuenta con trabajos de fotógrafos latinoamericanos o miradas sobre América Latina como las de Javier Arcenillas, quien recorrió las calles de Honduras, Guatemala, Colombia, El Salvador, para retratar el drama de la violencia, el miedo y la rabia que los habitantes de estos países sienten luego de décadas de enfrentar la hegemonía de los grupos irregulares armados que sostienen el mercado del narcotráfico e imponen su ley a balazos.

Sanne lamenta que en esta convocatoria tan solo cuatro trabajos hayan participado desde Ecuador. Ella cree que el acoso y el control contra la prensa en este país se ha alivianado en los últimos meses, y cita el último informe del Comittee to Protect Journalists (CPJ), en el que se resalta un “giro de 180 grados” entre el tratamiento del exgobierno de Rafael Correa y el de Lenín Moreno hacia los medios de comunicación y la libertad de prensa. Pero el cambio de estilos no garantiza nada, realmente.

En diciembre de este 2018 se abrirá la convocatoria mundial y en enero del 2019 se cerrarán las inscripciones. El jurado se reunirá en Ámsterdam, Países Bajos, para emitir su veredicto.

Lo cierto es que el World Press Photo vuelve a Ecuador luego de seis años, y aunque no hay ningún fotógrafo local entre los seleccionados ganadores, las islas Galápagos sí están presentes bajo la mirada del fotorreportero germano-sudafricano Thomas P. Petchak, quien muestra al archipiélago en su inmensa belleza y, al mismo tiempo, en su permanente estado de vulnerabilidad ante los efectos del calentamiento global.

Un piquero, en la isla Wolf, en el archipiélago de Galapagos, donde las aves construyen sus nidos entre arbustos de cactus. Foto: Thomas P. Peschak, para National Geographic Online. Cortesía WWP.

Aquí puedes conocer a todos los ganadores.

World Press Photo es, sin duda, una muestra contundente del trabajo periodístico independiente alrededor del mundo y, sobre todo, un homenaje al talento y al profesionalismo de los fotógrafos dedicados a contar historias desde el oficio del periodismo. Este es un homenaje a la mirada y a sus infinitas perspectivas, pero también es un registro que da cuenta de la conflictiva relación de los seres humanos con sus semejantes y con su entorno, de sus taras y de sus miedos, de sus oscuridades y de sus atisbos de esperanza.

El hombre que se quemaba en Caracas es Víctor Salazar, un estudiante de Bioanálisis, de 28 años, que protestaba en contra de un régimen que lo ha condenado a una cama, con el 70% de su cuerpo afectado por quemaduras, y que lo ha sometido a 42 cirugías de injertos de piel. “Esa foto representa la terrible situación de un país, el mío, en desgracia: atrapado en un espiral de violencia política y social”, dijo Schemidt al ganar el premio. Maduro sigue –por ahora– encaramado en el poder. La foto de Ronaldo es parte de la memoria de un pueblo enardecido y es también la radiografía de lo que nos propinamos a diario quienes pertenecemos a esta especie.

Víctor Salazar encendido luego de que una motocicleta explotara durante una protesta callejera en Caracas, Venezuela. Foto: Juan Barreto. Cortesía WWP.

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