Por Karla Mendes | Traducido por Romina Castagnino

Las dramáticas fotos de incendios humeantes que arrasaron con la Amazonía brasileña en agosto y atrajeron la atención mundial no corresponden con la quema de la selva tropical, sino que coinciden con áreas deforestadas intencionalmente este año: tierra despejada y luego incendiada para finalizar el proceso de conversión agrícola, según un informe publicado por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP). Mongabay tuvo acceso exclusivo al informe antes de su publicación.

Al menos 52 500 hectáreas de la Amazonía brasileña, el equivalente a 72 000 campos de fútbol, se deforestaron en lo que va del 2019 y luego se quemaron en agosto, según el informe. La mayoría se observaron en el estado norteño de Amazonas, que representó solo 15 606 hectáreas, o alrededor del 30 % del total de áreas despejadas y quemadas. También se detectaron importantes tierras deforestadas y quemadas en los estados del norte de Rondônia y Pará, donde los focos de fuego también fueron prominentes en agosto. Estas fueron las últimas cifras disponibles antes de la publicación de este artículo.

Los hallazgos ofrecen un mapa base que superpone los puntos críticos de deforestación con puntos de incendios del 2019, e incluye 16 videos de alta resolución que revelan el proceso de tala de bosques y la superposición de incendios en la región norte de la Amazonía.

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Mapa base que muestra puntos de superposición de deforestación e incendios en 2019 en Brasil. Las áreas anaranjadas muestran que al menos 52 500 hectáreas, el equivalente a 72 000 campos de fútbol, fueron deforestadas en lo que va del 2019 y luego quemadas en agosto en la Amazonía brasileña. Fuente: MAAP

El mapa base incluye dos capas de datos clave: las alertas GLAD de pérdida de bosques de 2019 y las alertas de incendios generadas por la NASA también este año. Los investigadores de MAAP también hicieron acercamientos a ciertas áreas seleccionadas mediante el análisis de imágenes satelitales de alta resolución de Planet y la Agencia Espacial Europea (Sentinel-2), y crearon sorprendentes videos.

El video muestra la deforestación seguida de un incendio en el estado brasileño de Rondônia, en la región amazónica. Datos: Planet, ESA.
El video muestra la deforestación seguida de un incendio en el estado brasileño de Pará, en la región amazónica. Datos: Planet, ESA.

«El problema principal es la deforestación (…) Verás tiene sentido por qué los incendios eran tan humeantes (…) Parece un incendio forestal, es humeante como un incendio forestal, pero está quemando áreas despejadas recientemente (…) La clave fue mirar el archivo de imágenes satelitales hasta el 2019. Obtuvimos mucha más información que una simple foto», dijo Matt Finer, investigador principal y director de MAAP, una iniciativa de Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA).

«No estamos minimizando la importancia de los incendios, pero nuestros hallazgos muestran que la deforestación también es un tema crítico», dijo Finer a Mongabay. «El mundo necesita estar tan molesto y alerta con la deforestación como lo estuvieron con los incendios, porque la deforestación es como está comenzando todo este sistema, todo este proceso (…) Necesitamos la misma atención y conciencia que hubo con los incendios en términos de deforestación porque ambos van juntos».

El video muestra la deforestación seguida de un incendio en el estado brasileño de Amazonas, en la región amazónica. Datos: Planet, ESA.

En agosto, decenas de miles de incendios activos asolaron la región amazónica y desencadenaron una protesta internacional, con manifestantes en Brasil y en todo el mundo exigiendo una acción efectiva por parte del presidente Jair Bolsonaro para frenar el fuego. Los incendios de la Amazonía se convirtieron en el centro de atención después de que los cielos de São Paulo se volvieran negros por el humo el 19 de agosto, lo que provocó una gran preocupación en las redes sociales de todo el mundo bajo el hashtag #PrayforAmazonas, que alcanzó más de 300 000 tweets en solo dos días.

Bolsonaro reaccionó de inmediato, sugiriendo, sin ninguna prueba, que las ONG podrían estar detrás de los incendios como represalia contra el Gobierno, debido a la suspensión de un pago de USD 33.2 millones de Noruega al Fondo Amazonas.

Furukawa

Los expertos destacaron rápidamente el vínculo entre la deforestación y los incendios, dado que este año no se registró una sequía severa. Según el análisis, la estrategia de conversión de bosques a pastizales de los ganaderos en la Amazonía brasileña consiste en cortar árboles de la selva tropical, permitir que la madera se seque, luego quemarla para limpiar completamente la tierra y producir cenizas que fertilicen suelo y cultivar hierba para el pastoreo, un proceso que aparentemente obtuvo peso científico gracias a los hallazgos de MAAP.

Los nuevos hallazgos también parecen respaldar las acusaciones de los críticos de Bolsonaro, de que su retórica inflamatoria durante y después de las elecciones de 2018, animó a los ganaderos a comenzar a despejar el bosque amazónico una vez que el nuevo presidente asumió el cargo en enero de 2019.

De hecho, las autoridades brasileñas están investigando actualmente a un grupo de unos 70 agricultores y acaparadores de tierras en el estado de Pará que supuestamente organizaron un «Día del Fuego» el 10 de agosto en apoyo de Bolsonaro y sus medidas laxas de aplicación ambiental en el país, informó la revista Globo Rural.

Riesgo creciente

Aunque el análisis de MAAP no detectó grandes incendios forestales en Brasil hasta la fecha, a medida que la estación seca se profundiza el riesgo aún existe, dado que se detectaron muchos incendios en los límites de zonas agrícolas y bosques, explicó Finer. El estudio no dice cuántas de las 52 500 hectáreas despejadas en los primeros 8 meses de 2019 fueron deforestadas ilegalmente.

«Los incendios (…) golpearon la línea forestal y [parecían] apagarse, pero [todavía están] impactando el borde del bosque (…) Y estos incendios que queman áreas recientemente despejadas pueden convertirse fácilmente en incendios forestales. No hemos visto esto aún este año en el bosque húmedo de Brasil, pero a medida que la estación seca continúe, o si hay un año de sequía [que empeora], este proceso de quemar tierras deforestadas empeorará mucho, mucho más y podría desatar grandes incendios forestales», advirtió.

Hasta ahora, MAAP ha detectado incendios importantes que golpean la vegetación nativa solo en ecosistemas más secos, incluido el bosque seco de Bolivia y la sabana Cerrado de Brasil.

El informe también incluye videos de alta resolución de incendios dentro de los territorios indígenas Kayapó y Munduruku, donde Finer asume que fueron prendidos para regenerar el pasto para pastoreo de ganado. El área quemada dentro de las dos reservas indígenas totalizó 24 000 hectáreas y 700 hectáreas, respectivamente. El informe también detectó un incendio reciente en los cerros dentro del territorio de Kayapó, en el norte del estado de Roraima, que han quemado unas 930 hectáreas. MAAP aún no ha publicado un análisis cuantitativo en todas las áreas despejadas que fueron focos de fuego en agosto.

El video de lapso de tiempo muestra el fuego de la sabana dentro del territorio indígena Kayapó. Datos: Planet, ESA.

«Cuando miramos el bosque seco en Bolivia, allí vimos lo que todos tenían en mente: incendios que estaban fuera de control, quemando ecosistemas naturales. Pero en Brasil cada vez que nos acercamos a un incendio, vemos que el incendio quema un área de deforestación ya despejada. Simplemente nunca vimos un incendio, incendios fuera de control, arrasando con la selva [en agosto]», explicó Finer.

En marzo, MAAP detectó incendios forestales importantes en el norte del estado de Roraima, entre ellos incendios cerca del territorio indígena yanomami. Entre enero y agosto, los focos de fuego en los territorios indígenas aumentaron un 88 % en comparación con el mismo período de 2018, según el Consejo Indígena de la Iglesia Católica (CIMI), citando datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil.

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Vista aérea de áreas quemadas en la selva amazónica, en el municipio de Porto Velho, estado de Rondônia en agosto de 2019. Imagen de Victor Moriyama/Greenpeace.

«La historia global [ha sido que] la selva amazónica está ardiendo; hay incendios que arrasan con la selva amazónica», concluyó Finer. Pero es crítico que el mundo «entienda la importancia de la deforestación en este proceso. El escenario principal que estamos viendo es una gran deforestación seguida por incendios. Ese es el mensaje que la sociedad debe entender, hay dos problemas juntos: deforestación e incendios, no solo incendios. Y para evitar los incendios, debemos evitar la deforestación».

Esta historia fue publicada por primera vez en la web en inglés el 11 de septiembre de 2019.