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Mundos para habitar otros mundos

Mundos, con su canción Natural, es la banda invitada de esta semana en Epicentro Arte en Vivo. Aquí una reseña de sus orígenes y de su obra actual.

La Barra Espaciadora / @EspaciadoraBar

Cuando Denisse Santos toca esas dos primeras notas en el teclado, hace un llamado para entrar a una especie de pagoda. Con el acorde que viene después y da pie al canto, estamos dentro de un cálido salón todos: los músicos, los internautas y el público de La Casa Nosstra. Es el videoclip del tema Natural, grabado con Epicentro Arte en Vivo.

Parte de mí cambió,

la luz no nos sorprendió

y huimos con rumbo al sur,

era lo natural…

La nueva ola de músicos indie en Ecuador tiene a Lolabúm, La máquina camaleón, Da Pawn, Les Petit Bâtards, entre otras bandas como sus exponentes más jóvenes. Entre ellos se construye la nueva sonoridad en la escena local independiente. Pero estos grupos no son los únicos encargados de dibujar este paisaje sonoro. Mundos proviene de una experiencia anterior y trae consigo sus propias intenciones sonoras para procesarlas y ponerlas en diálogo con las que han nacido durante el último lustro. El director de producción audiovisual de Radio COCOA, Juan Pablo Viteri, cree que Mundos “es una banda que habita esa escena que ellos mismos ayudaron a crear”.

Tanto Roger Ycaza como Denisse Santos, creadores de Mundos y compositores de sus temas, se insertaron en el medio como parte de dos bandas fundamentales de las últimas décadas: Mamá Vudú, en los noventas, y Can Can, que nació en el 2002. Las dos fundaron escuelas estéticas e incluso técnicas en la escena musical local y sus registros marcan a diario el rumbo de muchos otros emergentes.

Juan Pablo, quien además dirigió el videoclip de Sombras (2014), contenido en la placa Núcleos Activos Imaginarios, está seguro de que la cercanía que hay entre Denisse y Roger “hace que su música sea muy cálida y muy habitable”.

¿Se puede habitar la música de otros? ¿Es que el músico hace canciones como habitaciones para alguien más? Mundos lo hace, sin duda.

Hoy no me va a importar

hoy voy a desgarrar

cada partícula

que arma tu corazón.

Cuando Denisse Santos compartía la composición de las letras de Can Can con Daniel Pasquel, respondía a motivaciones situadas en el trajín de lo urbano y en una intimidad enmarañada y anárquica. Había vértigo y alta velocidad y a esas emociones se agarraron cientos de seguidores de la banda. De ahí el álbum Caos, con temas como La mala influencia, Pesadilla, Escopolamíname o el mismo Caos.

La etapa de Mundos, mientras tanto, se muestra como el símbolo del repliegue, del despojo o el desprendimiento. Quizás una señal sea que todos los temas hayan sido nombrados con una sola palabra viuda, ermitaña y potente. Cuervos. Sombras. Mantarraya. Métrikas. Nocturna… “La mayoría de letras de Can Can –cuenta Denisse– han sido escritas por Daniel (Pasquel) y en algunas hay aportes míos. La forma de componer las letras en Mundos es en equipo: Roger y yo las hacemos juntos y el hecho de que el proceso sea compartido las hace diferentes. Obviamente, no podemos negar nuestras raíces, pero creo que en Mundos hemos logrado letras y un sonido diferente a todo lo que veníamos haciendo antes”.

En las letras de Mundos hay intimismo, confesionalidad y mucha introspección. Las historias son una suerte de monólogos interiores con tono de reproches y reconciliaciones constantes. “La composición viene de casa –dice Roger–, un lugar íntimo, simple pero con mucho corazón y honestidad, y el momento en que cada músico empieza a aportar sus arreglos todo empieza a crecer y crecer hasta llegar al punto que estamos buscando”.

Nada en esta transición parece haber sido casual. Que Franz Córdova, bajista de la formación de Mamá Vudú por entonces, haya pasado luego a ser parte de la primera alineación de Mundos, por ejemplo. Tato Carrillo, segunda guitarra de Mamá Vudú en los noventa y muy amigo de Franz, siguió de cerca el proceso desde Mamá Vudú y Can Can hacia Mundos a través de sus integrantes. “Siempre consideré que Can Can era lo mejor que se había hecho en Ecuador –dice el Tato– y me encantaba la voz y la presencia escénica de Denisse Santos. Era una especie de diva en la escena local. Aparte, yo leía cuentos para mis hijas ilustrados por Roger Ycaza ¡y siempre admirable él!”. Pero el tiempo los juntó en este nuevo proyecto musical y los resultados llegaron. Tato recuerda que un día llegó a sus manos un demo acústico de Métrikas que se convirtió en su amuleto. Lo llevaba adonde fuera y desde entonces nunca pierde la oportunidad de declararse fan de Mundos como lo ha sido de Can Can. Fue precisamente el Tato quien invitó a Mundos a ser parte del proyecto Epicentro Arte en vivo, en La Casa Nosstra, ahora que en su nueva formación están Fiorella Gallardo detrás del bajo y Margarita Porras en el corno. “Todos funcionamos como piezas individuales en la banda y existe una gran armonía en conjunto –reconoce Denisse–. No puedo dejar de decir que el hecho de ser tres mujeres y tres hombres añade un equilibrio adicional, algo que nunca antes había experimentado”. Roger está de acuerdo: “Somos seis amigos que se toman esto muy en serio, nos metemos de lleno en lo que hacemos y lo disfrutamos muchísimo”.

Aceleremos al fin

nadie nos puede atrapar

para eso estamos aquí

esto es lo natural.

Para grabar Natural, la banda ensayó mucho. Los músicos estaban conscientes del nivel de exigencia que implicaba actuar ante el equipo de Epicentro Arte en Vivo, pues ya habían trabajado con ellos antes, para el programa de televisión Expresarte, con Ecuador TV. “Me acuerdo que fuimos bastante preparados para este concierto –se confiesa Denisse– y eso es algo que me da mucha más seguridad. Esa confianza extra me permite disfrutar más de los detalles, de la gente, y sentir más la música dejando de lado las tecnicidades. Fue un momento muy acogedor. El concierto salió tal como lo planeamos”.

Natural es una confesión. Un secreto visual o una declaración de principios, tal vez. El sonido de Mundos se desnuda en las líneas del violín de Mario Porras que rasguñan con anestesia, en los acordes simples de la guitarra o en el paso del corno que suena como cría de elefante. La batería de Andrés Caicedo abre y cierra las puertas y ventanas de la pagoda. Suena a casa familiar. Roger lo tiene muy claro: “creo que tenemos un sonido limpio, básico, si se puede decir. No nos complicamos buscando mil acordes sino que tratamos de llegar a la médula misma del asunto y resolver nuestras canciones con buenas melodías, armonías y en especial le ponemos mucho énfasis a la parte lírica”.

Natural nació con teclados y voces. Luego se sumaron las guitarras y se grabó un demo. Mario, Margarita, Fiore y Andrés aportaron con sus respectivos arreglos a lo que escucharon en esa muestra y ¡voilà!

Natural es una canción muy personal –dice Denisse–, fue compuesta en un momento especial de nuestras vidas. Describe un momento de decisión, de enfrentar la realidad de la mano de alguien importante, dejar todo atrás y comenzar de nuevo.”

Mundos es un proyecto maduro: no hace falta exponer virtuosismo para conseguir canciones trascendentes, solo acordes justos, la instrumentación necesaria, ni más ni menos. “Hay mucha madera, pero al mismo tiempo hay como que mucha atmósfera –dice Juan Pablo–; definitivamente es una banda sutil antes que espectacular”.

Voces que se distinguen y comunican lo que ha sido escrito, sin impostaciones ni excesos es lo que muestra Mundos –en tarima, en sus grabaciones de estudio y en este videoclip que presenta Epicentro Arte en Vivo–, y ahí está su eficacia y su trascendencia.

Cada dolor pasará,

vemos el tiempo pasar,

no nos podemos soltar,

lo siento tan natural.