El abogado, teólogo, pastor evangélico y candidato presidencial cree que su binomio autodenominado provida es la única alternativa distinta en los comicios del 2021. Está en contra del aborto y se califica como representante del pragmatismo ético, corriente que “toma lo mejor” de la izquierda y la derecha, y con ella espera sacar al país de la crisis.


La pandemia del coronavirus cortó los planes de registrar al movimiento PRO (Promotores del Cambio) que los grupos cristianos evangélicos pretendían formar para entrar a las elecciones del 2021. Pero eso no impidió que Gerson Almeida Espinoza, un abogado y teólogo de 46 años, se convirtiera en el cuarto pastor evangélico en aspirar a ocupar Carondelet.

Almeida registró su candidatura con el Movimiento Ecuatoriano Unido, que fue creado por Edwin Moreno, hermano del presidente saliente, Lenín Moreno. De sus servicios en el Ministerio Betel -la iglesia que fundó en el valle De los Chillos-, este candidato pasó a la prédica virtual en los tiempos libres, en medio de una agenda política y una campaña atípica por las restricciones sanitarias del covid-19.

Almeida es pastor desde hace más de dos décadas. Se graduó de la universidad en Quito pero también vivió en Guayaquil y en Venezuela. Por la vida militar de su padre, nació en Brasil. Antes de entrar al  mundo de la política, además de predicar, el pastor también tocaba y cantaba música cristiana.

Ese ir y venir de embajada en embajada debido a la carrera de su padre sería, según él, lo que le hizo entender en parte la realidad de los migrantes ecuatorianos. Almeida considera que siempre deben ser tomados en cuenta porque “ellos han sido quienes han sostenido la economía del país con sus remesas cuando todo se ha precarizado por los esquemas debilitados por la corrupción”.

Según su criterio, los consulados deben transformarse en conexión con “los genios ecuatorianos que están fuera del país y que podrían ser repatriados para ayudar a levantarlo”. Además, cree que estas deberían ser oficinas de colocación de productos y canalización. Almeida dice que los migrantes “no deberían tener que apersonarse de repatriar los cuerpos de sus seres queridos, sino que eso debería ser siempre asumido por el Gobierno, porque ellos tienen ese derecho y porque considera que esta es incluso una necesidad espiritual: terminar en la tierra que los vio nacer”. Todo esto dijo Almeida en entrevista con David Avilés Aguirre, sin embargo, su plan de gobierno no menciona nada acerca de su política en temas de migración.

Sobre la posibilidad de extender el seguro social para los migrantes, Almeida dijo que lo haría como un apéndice del que ya funciona en Ecuador. Actualmente, la confianza en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) es débil porque se ha vuelto la caja chica de los gobiernos, asegura. Por eso plantea que para los migrantes debería manejarse “un fondo casi autócrata”, para que el Estado no pueda tocar esos dineros de los migrantes.

El coronavirus sirvió para dejar en evidencia la capacidad real de reacción de un país ante una crisis, dice el pastor Almeida. Critica la gestión del gobierno ecuatoriano y cree que es necesario implementar “un sistema de pensamiento nuevo para solucionar contingencias como una pandemia y otros aspectos de la vida”.

Almeida está convencido de que los grupos evangélicos en Ecuador han conseguido victorias al intervenir en discusiones nacionales como la aprobación del matrimonio civil entre personas del mismo sexo y la de la despenalización del aborto. “Eso nos llevó a ver que si nos organizamos académicamente podemos lograr resultados. A partir de ahí decidimos reunir a todo el colectivo provida cristiano para entrar al ámbito electoral”, dice, sin aludir a la laicidad del Estado, consagrada en la Constitución. Con respecto al matrimonio igualitario, el pastor dice que en Ecuador se hizo “una aplicación antojadiza directa” de una opinión consultiva sobre el tema en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Reconoce que el país -por ser signatario de convenios internacionales- tiene la obligación de aplicar sentencias, pero afirma que este no era el caso. Según Almeida, así se vulneraron procesos a pesar de que “miles de personas” protestaron “para defender un diseño que lleva al desarrollo, matrimonio entre hombre y mujer, que puede aportar el elemento humano y que es el más importante en toda nación que se quiera desarrollar. Finalmente nos mandaron a la casa a todos”, se queja.

gerson almeida

El segundo tema de discusión fue el del Código Orgánico Integral Penal sobre el aborto. Almeida reconoce que hicieron una “acción social, mediática y académica” y cabildearon con los asambleístas sobre “la disposición constitucional que afirma que la vida en el Ecuador se defiende desde la concepción. Lo que hicieron era un planteamiento de una reforma legal que permitía el aborto en todas las causas, no solo violación”.

Para él, se debe defender la vida desde la concepción, porque es algo que ocurre de forma natural -dice- y no debe ser interrumpido. “La ley ecuatoriana establece los derechos desde ese momento, entonces no hay diferencia entre que le disparen a un ciudadano o extraigan a otro de un vientre. Desde mi convicción, entiendo que la vida está dispuesta por Dios desde la concepción hasta que tenga que regresar”, afirma. Almeida tampoco aprueba el aborto en los dos casos que son permitidos actualmente en Ecuador: cuando corre riesgo la vida de la madre y en casos de violación a mujeres con discapacidad. Y agrega que un derecho sexual no es matar a una criatura que está en el vientre. Por esto, no está dispuesto a instalar mesas de diálogo con grupos feministas, GLBTI o defensores de derechos humanos al respecto. “Podemos dialogar pero debemos ponernos de acuerdo en lo que vamos a defender”, sentencia.

El pastor reemplaza la palabra aborto por asesinato y dice que de ninguna manera se justifica. “El ecuatoriano sea lo que sea, crea lo que crea, tenga la filiación que tenga, crea lo que crea, se autoperciba como quiera, nosotros garantizamos la vida y no apoyamos ninguna vulneración. Trabajé con una fundación de niñas violadas, se debe endurecer las penas contra ese delito. No queremos que a una chica de 15 años la violen ni a una criatura en un vientre la asesinen”.

Para Almeida, la salida a la problemática del embarazo adolescente parte de crear conciencia en los adolescentes sobre “un esquema de valores” para que los chicos “entiendan el valor de la vida y evalúen si a corta edad tienen la capacidad de afrontar hacerse responsables por un bebé”. Las personas que tienen relaciones sexuales consentidas deben saber que hay una consecuencia que deben enfrentar con responsabilidad, dice. Pero cree que se debe evaluar en qué edad un joven puede hacerse cargo de esa consecuencia. Usa la analogía entre quienes pueden votar a partr de los 16 años y los adolescentes que a esa misma edad podrían o no hacere cargo de su paternidad. “El estado debe buscar la paz social y si no podemos encaminar la conciencia social en la juventud  estaremos fallando”, advierte.

Almeida promete que de ganar las elecciones respetará la libertad de cultos, los derechos fundamentales, pero asegura que no evangelizará desde el Gobierno, “sino que sobre la base de una ética que tanta falta hace, gobernaremos como binomio provida”. Así se aferra a la idea de que la familia tradicional es la base fundamental de la cohesión social y afirma que en países como China y Rusia “están entendiendo que hay que proteger a la familia concebida bajo esta idea de proteger al elemento humano. El matrimonio de personas de un mismo sexo es un atentado en contra de la población -asegura- porque si todos deciden tomar esa alternativa, en 10 o 20 años la población se reduce y en 50 el Estado desaparece”.    

El pastor Gerson Almeida dice que su filosofía política se basa en aplicar el sentido de lo práctico, poniendo como límite la ética y aplicándolo en todas las áreas de la sociedad. “Ahora se yuxtaponen las posiciones de izquierda que gravan a las propiedades y al capital de quienes más tienen vs la camisa de fuerza para solucionar la crisis financiera que tiene la derecha y que implica recortes del gasto público, despidos de servidores, aumentos en el IVA y finalmente un costo social que causa revueltas”. Su corriente, afirma, no se alinea a ninguna de las dos posiciones ni las contradice, solo saca lo mejor de cada una.

En lo económico, el candidato considera errado hablar de reactivación económica porque “el Ecuador nunca ha estado activado”. Lo primero que debe hacerse, dice, es buscar conexiones como punto clave.

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Almeida dijo que las expresiones culturales de un país determinan su desarrollo y “por eso en las grandes potencias se preocupan mucho de ello y del deporte. En el país deben canalizarse al menos 1 500  millones de dólares para que las personas generen trabajo y empleo”, soltó, sin que exista un respaldo de esto en su plan e gobierno. Dio por hecho que un artista no tiene un jefe, pero dijo que si ese artista recibe una cantidad de dinero para poner un taller y requiere de servicios, genera empleo. “Si eliminamos buró de créditos absurdos que piden a la gente que justifique sus finanzas en los últimos meses, permitimos conexiones”.

A pesar de que en la entrevista Almeida habló del deporte y la cultura, en su plan de gobierno estos temas no aparecen. En cuanto a cultura, únicamente esboza unas líneas relacionadas con el patrimonio, y como mecanismo de reactivación económica en ciertas comunidades.

El candidato plantea -eso sí- que el Estado sea eficiente en el gasto, que tenga un presupuesto basado en resultados, que disminuya su déficit fiscal para mantener la dolarización y que pueda invertir en infraestructura y acceso a servicios públicos. Además, habla de promover emprendimientos y alianzas público-privadas, y de fortalecer el cobro de impuestos. Cuando la audiencia consultó al candidato sobre la exención de pago de impuestos de la que se benefician las iglesias, o justificó diciendo que las Iglesias no pagan impuesto porque “son concebidas en forma de fundaciones u organizaciones sin fines de lucro, las cuales tienen diferentes condiciones tributarias”.

Entrevistas: David Avilés Aguirre.Investigación y coordinación: Cristina Cadena. Texto: Ana María Carvajal. Caricaturas: Wilo Ayllón. Edición y dirección de contenidos: Diego Cazar Baquero.


Esta es una iniciativa de la Colectividad Ecuatoriana Autoconvocada de Artistas y Gestores, en Córdoba, Argentina, en alianza con La Barra Espaciadora, y forma parte del espacio Mi elección 2021.


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